Nuestro proceso de consultoría para su PLM

La mitad de los proyectos PLM fracasan por falta de competencias en cuanto a los métodos utilizados, modelo de proceso o sistema. Esto demuestra lo importante que es contar con el apoyo de consultores experimentados e, idealmente, neutrales en cuanto a sistemas, para el análisis de PLM y la estrategia e implantación de PLM derivadas del mismo.

Apoyamos a las empresas con amplios conocimientos metodológicos y muchos años de experiencia en PLM para identificar el potencial de aumento de la eficiencia en el proceso del producto y aplicar optimizaciones.

PLM: ¿Otro sistema?

Creemos que un PLM no es un sistema, sino un proceso. La clave reside en una cooperación óptima entre las divisiones de la empresa, desde el diseño hasta la eliminación. PLM representa un enfoque integral que proporciona una gestión coherente de los datos de producto mediante la integración de procesos, métodos y herramientas. De esto se deduce: Un proyecto PLM no es un proyecto de implantación de TI.

Un proyecto PLM consta de cinco fases:

1. Preparación del proyecto
2. Análisis de procesos
3. Búsqueda de soluciones
4. Decisión

La primera fase del proyecto PLM es también la más importante. Aquí es donde se fija el rumbo hacia el éxito o el fracaso. En la preparación del proyecto deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos:

Estrategia y visión:
PLM no es específica de un departamento o división. Un PLM debe integrarse en la estrategia corporativa, porque una visión aislada no crea valor añadido. La estrategia también define los indicadores del éxito de la aplicación: sólo quienes sepan hacia dónde se dirige el viaje sabrán cuándo han llegado a su destino. La falta de una estrategia para toda la empresa también explica por qué muchos proyectos de PLM fracasan cuando sólo tienen en cuenta al departamento de desarrollo.
Participación de la dirección:
El nivel directivo debe apoyar la estrategia y acompañar activamente el proyecto. Sólo si la dirección comprende el concepto de PLM podrá disponer de los recursos financieros y humanos necesarios e integrar los distintos departamentos. La implicación de los responsables de gestión, desarrollo, producción y servicio del producto es imprescindible. Deben entender el PLM y apoyar las decisiones.

Priorización:
Un proyecto PLM es una inversión de futuro y requiere tiempo y personas experimentadas. Sin una priorización adecuada a nivel de gestión, los recursos del proyecto quedarán atrapados en el día a día.
Aceptación:
Deben utilizarse medidas de comunicación adecuadas para informar periódicamente a los empleados afectados. Un proyecto PLM conlleva muchos cambios, por lo que la aceptación es crucial para el éxito.

En esta fase se analizan los procesos de trabajo con documentación de los procesos REALES. Una comparación de la madurez PLM (resultados de la evaluación PLMeter) de los procesos y el sistema (infraestructura informática existente) puede proporcionar indicios de cualquier laguna. Esta fase constituye el punto de partida para la creación de soluciones y proporciona definiciones iniciales en la dirección del estado OBJETIVO.

Durante el análisis del proceso, se realizan entrevistas con todos los departamentos pertinentes para identificar las necesidades en la dirección del sistema u organización.

A partir del análisis de la estrategia y los procesos, se desarrolla un concepto de PLM sostenible. Esto define las tareas centrales de PLM en la empresa.

En esta fase, hay que tener en cuenta a toda la organización y desarrollar una solución neutra para el sistema con el fin de lograr una implantación satisfactoria del PLM. Así se garantiza que la atención se enfoque en los procesos y no en el sistema.

En esta fase se evalúan las soluciones neutras para el sistema y se determina cuál es la más adecuada.

Los resultados de esta fase (historias de usuario) son la base del proyecto de implantación del PLM y trazan el alcance de la futura funcionalidad del PLM.

1. Preparación del proyecto

Estrategia y visión:
PLM no es específica de un departamento o división. Un PLM debe integrarse en la estrategia corporativa, porque una visión aislada no crea valor añadido. La estrategia también define los indicadores del éxito de la aplicación: sólo quienes sepan hacia dónde se dirige el viaje sabrán cuándo han llegado a su destino. La falta de una estrategia para toda la empresa también explica por qué muchos proyectos de PLM fracasan cuando sólo tienen en cuenta al departamento de desarrollo.
Participación de la dirección:
El nivel directivo debe apoyar la estrategia y acompañar activamente el proyecto. Sólo si la dirección comprende el concepto de PLM podrá disponer de los recursos financieros y humanos necesarios e integrar los distintos departamentos. La implicación de los responsables de gestión, desarrollo, producción y servicio del producto es imprescindible. Deben entender el PLM y apoyar las decisiones.

Priorización:
Un proyecto PLM es una inversión de futuro y requiere tiempo y personas experimentadas. Sin una priorización adecuada a nivel de gestión, los recursos del proyecto quedarán atrapados en el día a día.
Aceptación:
Deben utilizarse medidas de comunicación adecuadas para informar periódicamente a los empleados afectados. Un proyecto PLM conlleva muchos cambios, por lo que la aceptación es crucial para el éxito.

2. Análisis de procesos

Durante el análisis del proceso, se realizan entrevistas con todos los departamentos pertinentes para identificar las necesidades en la dirección del sistema u organización.

3. Búsqueda de soluciones

A partir del análisis de la estrategia y los procesos, se desarrolla un concepto de PLM sostenible. Esto define las tareas centrales de PLM en la empresa.

4. Decisión

En esta fase se evalúan las soluciones neutras para el sistema y se determina cuál es la más adecuada.

Los resultados de esta fase (historias de usuario) son la base del proyecto de implantación del PLM y trazan el alcance de la futura funcionalidad del PLM.

Antes de empezar

Los obstáculos para poner en marcha un proyecto de PLM suelen ser elevados. Por un lado, no suele haber orientación sobre dónde se encuentra la empresa en el mapa de PLM y, por otro, un PLM no es un sistema acabado ni un puerto de destino. PLM es un viaje cuyo destino sigue los procesos de producto en la empresa.

Para facilitarle el inicio de su viaje PLM y la identificación del destino, abat ha desarrollado el PLMeter. Esta herramienta, destinada a analizar la "localización PLM" de una empresa, se ha realizado sobre la base de años de experiencia en proyectos PLM.

En un taller adaptado a sus procesos y el posterior análisis de procesos y herramientas, utilizamos el PLMeter para crear una evaluación global de PLM de las áreas relevantes, así como recomendaciones a medida para las estrategias de acción e implementación. En el siguiente paso se decide la aplicación y la composición de los módulos de la solución.